Me topé con tu reflejo incrustado en el espejo de mi habitación gritándome sácame de aquí, estabas atrapado en otra dimensión, congelado en un tiempo irreversible, eras así como un fantasma, como una de mis tantas alucinaciones, pero esta era más real, más palpable, casi podría jurar que estabas allí , que estabas al otro lado de aquel cristal brillante suplicándome liberarte de aquella cárcel, de aquel adiós que en silencio se esfumo , de aquellos tantos momentos que como lluvia se evaporo con el calor intenso del verano , con los rayos de un sol quemante , con una tajante partida que junto a un atardecer simétrico pinto un hasta nunca , pero hoy regresas a mi vista, a mis memorias empolvadas, hoy te haces presente en un ayer que no existe , en un haz de aberración, en un momento de debilidad cuando suelo abrir la caja de recuerdos que hace mucho escondí en mi ático, que hace mucho debí haber tirado a la basura , pero que sigo conservando por mera estupidez, por mero temor, por miedo a echar a los cerdos lo que queda de mi corazón , por miedo a quedarme sin nada, sin recuerdos, sin pasado.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario