sábado, 8 de agosto de 2015

A MÍ CORTA EDAD

No fue hasta entonces que entendí que a mi corta edad podía amar tanto como cualquiera, que podía sentir cosquillas en el estomago y al mismo tiempo nauseas, no fue hasta aquella vez en que me detuve frente a ti con el pecho inflamado de emociones y me arme de valor para confesarte que te amaba, como debía de esperarse me sonreíste cariñosamente y con una mirada dulce me sonrojaste, era tan solo un pequeño enamorado de la experiencia , de una mujer tan bella como las flores de mi jardín, era extraño mi sentir, incluso mi forma madura de ver la vida por ti, pero así fue sin que lo buscara, sin que ni uno ni el otro lo insinuara, simplemente paso, simplemente tus años le ganaron a los míos, dejándome deslumbrado por aquella luz que te rodeaba ... no soy un hombre, pero si un caballero que sabe resignarse , que sabe guardar recuerdos, tales como aquel beso en la mejilla con el cual me dijiste a dios.

IMPERIA


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